A pocos días para el comienzo de la Semana Santa, todos los cofrades miran ya al cielo esperando que la meteorología acompañe y sus hermandades puedan realizar estación de penitencia. Pero en esta semana de pasión, es mucho el dinero que entra en las ciudades, debido a la afluencia de turismo y la lluvia no solo preocupa a los cofrades sino también al sector hotelero y hostelero.
El pasado año, llegadas estas fiestas, los establecimientos hoteleros tenían más del 90% de reservas cerrada. Este año, el sector a nivel nacional ha estimado una caída, situando el número de ocupaciones en menos del 75%. "Son las perspectivas más negativas de los últimos cuatro años", aseguró el secretario general de la Confederación de Hoteles y Alojamientos, Ramón Estalella.
En Sevilla, el presidente del sector de la hostelería, Pedro Sánchez-Cuerda, ha declarado que las perspectivas son negativas, pero que no pretende adelantarse a los acontecimientos, puesto que esas expectativas pueden reactivarse en cualquier momento si remite la previsión de lluvia. Los días claves para el beneficio total de los hoteles y hostales son el Domingo de Ramos y Jueves Santo. "Si al final arrancamos con lluvia, tenemos hasta el Jueves Santo para salvar las perspectivas de ingresos" comenta Sánchez Cuerda.
La metorología es un factor importante en Semana Santa. A este, le podemos sumar el de la crisis económica por la que estamos pasando, que hace que las compañías aereas presenten un descenso en los vuelos y por tanto, menos reservas en los hoteles de destino.
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