A ocho días de huelga indefinida por parte de los servicios de recogida de residuos urbanos en Sevilla, las calles de la ciudad siguen repletas de residuos, sobrepasando las 4500 toneladas. El abismo de distancia existente entre el Ayuntamiento y Lipasam se mantiene en pie y los actos vandálicos realizados por los huelguistas impide abrir cualquier tipo de negociación.
La plantilla se exime de estar detrás de estos actos vandálicos puesto que el presidente del comité de empresa, Antonio Bazo aseguró que lo que pretenden es que cada vez haya más basura en las calles.
Según el último parte distribuido por el equipo de Juan Ignacio Zoido, los supuestos sabotajes a camiones de basura y la quema de contenedores han costado ya 30.000 euros a las arcas municipales.
Zoido, en una comparecencia que tuvo en el día de ayer para hablar de la huelga, anunció que ha dado órdenes para que los días de huelga se descuenten de la tasa de basura. El alcalde ya ha dado instrucciones a los técnicos para que calculen el porcentaje diario de descuento que debería realizarse.
Por su parte, la consejera andaluza de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, ha informado este lunes que el riesgo sanitario por acumulación de basura es "aún bajo". A día de hoy se sabe que la empresa ha ordenado retirar la basura cuando ésta invada las aceras o calzadas.
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