Noviembre es el mes en
el que tradicionalmente recordamos a todos nuestros familiares y
allegados difuntos. Durante los primeros días del mismo, los
cementerios se llenan de visitantes, de familias, de flores y de
recuerdos. Junto a estas fechas señaladas, encontramos Halloween,
una fiesta americana que se está poniendo de moda en España en los
últimos tiempos y que evoca al lado oscuro, tenebroso y terrorífico
que le atribuimos a espíritus, difuntos y otras fuerzas
paranormales. Esta fiesta permite al público, caracterizarse de
seres de esa dimensión que por respeto, miedo o por el simple hecho
de no tener evidencias de ella, tendemos a tildarla como tabú, el
más allá.
Existen muchas
creencias acerca de este mundo e incluso hay personas que dicen tener
el don de conocer y ser partícipes de los misterios que oculta éste.
La curiosidad por este
tema, nos llevó el pasado curso a tres compañeros míos y a mí a
realizar un trabajo de investigación sobre el mismo para una
asignatura. En él, tratábamos varios tópicos, como era el de los
curanderos, mal de ojo o exorcismo y durante el proceso contamos con
la colaboración de personas que de alguna u otra manera están
insertos en esta dimensión oculta.
Por otra parte vivimos
de primera mano, el testimonio de gente que, por desesperación,
acuden a curanderos, puesto que para ellos es un apoyo y un gran
alivio en su vida, pero cabe destacar, la cantidad de “curanderos”
que se valen de estos “poderes” para beneficiarse económicamente,
algo que hace que nos planteemos varias cuestiones. ¿Qué puede
llevarles a creer que lo que no ha podido curar un médico, lo haga
un señor con sus manos?, ¿Qué hay de verdad en todas esas personas
que aseguran tener este don? ¿Cuántos hay que se aprovechan sin
escrúpulos de la gentileza de muchos? ¿Existe el más allá?
Tras un largo trabajo de investigación y tras analizar todas y cada
una de las historias reales que nos contaban tanto personas
totalmente creyentes como personas totalmente agnósticas, la única
conclusión que pudimos obtener en claro es que nada es falso o
verdadero, tan solo, cuestión de fe.
Sobre el tema de los curanderos... Yo especialmente si que creo en estos temas, aunque reconozco que hay mucho farsante por estos lares en el que solo ven el tema económico y no se paran a pensar en las personas que acuden a ellos de manera desesperada y con una confianza plena..Algo parecido ocurre con las los curas.. Las iglesias....
ResponderEliminarNo todos los curanderos llevan esa condición, ni todos los curas son iguales. Hay que saber diversas opiniones para elaborar una conclusión.
Eliminar