Algo que celebrar

En tal fecha como hoy se celebra el Día Internacional del Libro. Este suceso conmemorativo celebrado cada año con el propósito de fomentar la lectura y difundir su importancia en el colectivo cultural y artístico, encuentra su realización en eventos tan representativos como los que se llevan a cabo este día.

El evento se corteja de formas diversas, ya sea regalando una rosa y un libro, como bien se concibe este día en determinadas zonas de España, festejando así, con él, el Día de San Jordi. Ya sea organizando numerosas actividades culturales: compartiendo lecturas en la calle a viva voz, talleres “cuentacuentos” para niños o bien, iniciando una red de intercambio de libros; lecturas que compartir. Con esto se consigue dar dinamismo a la literatura, dotar de vivacidad a la palabra escrita.

La capacidad de la literatura puede ser mensurable dependiendo de qué consideremos literatura, pero es innegable su oficio en el compromiso social.  Así, desde la experiencia, consideramos que la literatura puede ser desde un acto reivindicativo a un instrumento de represión, siendo al mismo tiempo, un fuerte elemento de expresión artística. Pero, desde luego, no podemos dudar de su capacidad para trasladarnos de un siglo a otro en sólo unas páginas de distancia, de su carácter de disfrute e invite a la reflexión, así como, su tan alabado aporte educativo. Como diría Miguel de Cervantes: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.”

Si algo debemos destacar es su carácter didáctico. La prueba de ello la tenemos en la cantidad de literatura recogida que narra los hitos que conciernen al ser humano. Esto es algo que contribuye a lo que somos y, por tanto, de conocimiento público, común. No hablamos de literatura  como género sino también como modo de expresión de la historia. De aquí adquirimos las enseñanzas que han tenido una importancia tal, como modificar los modelos de pensamiento y acción en la sociedad.

Continuando con la analogía caballeresca, se trata de emprender con el intelecto un camino cultural, apoyados en una armadura de ideas.

Ariadna Jaime García